jueves, 8 de noviembre de 2012

'Te quiero con todo mi corazón, y te odio con toda mi inteligencia.'
“Volaremos sin movernos y donde haya que firmar me haré una pequeña herida con sangre que abarca el mar… para dejar por escrito que no voy a abandonar”
(Vis a vis) 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tengo doscientos veintidós mil doscientos veintidós defectos, sí. Como sueles decir tú, soy la más tonta, egoísta, inocente y cuando me lo propongo, la más borde del mundo. Soy incapaz de quedarme callada dos minutos, y si me quedo callada es porque me pasa algo. Te pongo de los nervios, no me estoy quieta, no puedo estar dos segundos sin moverme. No tengo el mejor cuerpo, ni el mejor carácter. Me sobran muchas cosas pero me faltan bastantes más. A veces me vuelvo loca, y grito, grito mucho... Mi risa es contagiosa. Me pico, con o sin motivo y hay veces que los piques me duran dos minutos, pero otras veces me duran días. Cuando me doy cuenta, me arrepiento del tiempo perdido. Y sabes que en el fondo no podemos estar el uno sin el otro

domingo, 4 de noviembre de 2012

Algún día me iré de aquí. Buscaré mi sitio en otro lugar, lejos de estos malos sentimientos y crueles humanos. No volveré la vista atrás en ningún momento. Me inventaré mi propio camino y seguiré mis reglas, no las de nadie más. Olvidaré todo lo que un día me hizo daño y me reiré al saber que no me volverá a pasar. Me despediré de aquellos idiotas que una vez consiguieron romper mis murallas pero que ahora solo han hecho que las refuerce más. Cantaré bien alto que un nuevo Yo ha nacido y viene pisando fuerte y está listo para quedarse.


Somos jóvenes. Se supone que bebemos mucho y nos portarnos mal. Estamos diseñados para la fiesta. Es así. Sí, algunos tendremos sobredosis o nos volveremos locos, pero Charles Darwin dijo: “No puedes hacer una tortilla sin romper algunos huevos”. Y de eso se trata: de romper huevos. Y por huevos, me refiero a emborracharnos con tragos de primera.
La verdad es que lo tenemos todo y la cagamos más que cualquier otra generación. Somos un desastre, soy un desastre. Y pretendo serlo hasta los veintimuchos o incluso hasta los treinta y pocos. De eso se trata la vida.
Hay personas que se cruzan en nuestro camino y no para quedarse, sino para darnos una gran lección. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

El cambio de llantos a risas solo tiene un nombre, y se llama tiempo, el responsable de poner a cada uno en su sitio.
Pensamos demasiado y sentimos muy poco
 El problema es que sufrimos más por lo que suponemos que pasa, que por lo que realmente sucede.
“Ya no sé si es el tiempo que va muy deprisa o voy yo muy despacio y nadie me avisa..."
Si lloras porque lloras, si te lo guardas porque te lo guardas, si eres borde porque eres borde. Aquí nadie da tregua.
Una persona que ríe a diario no es porque siempre le vaya bien, sino porque aprendió que debe sonreír siempre